Loken dice: Pareces deseoso de unirte a tu amada Sif, hermano.
Loken grita: ¡BASTA!
Loken dice: Parece que todavía puedes ganarme en una batalla justa, hermanito.
Loken dice: Por desgracia para ti... ¡esta pelea es de todo menos justa!
Loken dice: Gracias a tu pequeño amigo, has abandonado el Templo de las Tormentas, donde eras más fuerte. En cambio, luchamos más cerca del poder de mi maestro.
Loken dice: ¡Esbirros! Llevad a mi hermano y a su draco a sus nuevos aposentos. Aseguraos de que la bestia siga con vida. Tengo planes especiales para la madre de linaje.
Loken dice: Respecto a tu vida, mortal, seré generoso. Después de todo... ¿por qué iba a destruir a mi más útil sirviente? Llevo semanas esperándote dentro de esa mina Hyldnir.
Loken dice: La forma no era mía, por supuesto. Y si no hubieras sido tan temerario, habrías visto más allá de mi ilusión. Pero viniste a por mí, y por eso debo darte las gracias.