El Vigía de Ébano dice: Te enfrentas a un ser que se encuentra dentro de la conciencia de los individuos más astutos, inteligentes y despiadados que jamás han existido.
El Vigía de Ébano dice: El Rey Exánime no se parece a nada a lo que te hayas enfrentado antes, Alto Señor. Aunque fuiste superior a él en las sagradas tierras de la Capilla de la Esperanza de la Luz, ahora caminas por sus dominios.
El Vigía de Ébano dice: No puedes ganar. Así no...
El Vigía de Ébano dice: Nada. No hay nada que puedas hacer mientras estés atado a la Luz. Te controla, encadenándote al suelo con sus virtudes.
El Vigía de Ébano agita la cabeza.
El Vigía de Ébano dice: Mira hacia el campo, Alto Señor. El Rey Exánime ha detenido tu avance por completo y ahora tiene ventaja.
El Vigía de Ébano dice: La brecha que creaste fue sellada con telarañas nerubianas en menos tiempo del que tardaste en abrirla.
El Vigía de Ébano dice: Tus soldados están siendo utilizados como escudos vivientes para evitar el fuego de los artilleros en el Valle de los Ecos, permitiendo que las fuerzas del Rey Exánime asalten tu base sin impedimentos.
El Vigía de Ébano dice: El Rey Exánime conoce tus límites, Alto Señor. Sabe que no dispararás a tus propios hombres. ¿No lo entiendes? Él no tiene límites. Ninguna regla que cumplir.
El Vigía de Ébano dice: Entonces has perdido, Alto Señor.